
Con cierto gesto de inocencia me miras
mientras yo te observo.
Jugando a que eres niña y mujer,
mueves tu pelo, descubres tu cuello,
afilo los dientes,
te deseo completa.
Te luces con vestidos, y ya me considero fetichista,
pues admiro la curva de tus tobillos
respiro con fe, sueño de noche, madrugada incierta.
Polos igualmente parecidos como complejos,
y comparto algunos gustos
en otros aborrezco,
pero el reclamo que gritas,se hace dulce canción
cuando lo tarareas.
Acostada en la cama, con el alma desnuda,
pálida por el frío y los miedos del día,
te cobijas entre mis brazos y mi pecho,
nuevamente eres niña.
Me preguntas si puedes soñar,
si lo creo oportuno.
No contesto,
pero te observo.
Con los ojos entreabiertos,
con el corazón ciego.
Saldadas las deudas,
con el brillo de la noche sin estrellas,
te duermes cansada
y yo…te observo,
no digo n a d a.



