¿ Por qué vuelvo ?

...Y convengamos que no entraba ni una aguja en el 60.Con el bichito (asi le acostumbro decir al mp4) y los ardiculares encendidos,apretujado agarrado del pasamanos, tratando de pensar, en algo, cuando el calor no quiere ceder,y los empujones son constantes.Yendo directo a Marquez, por colectora, pausadamente y en desorden, de ahí, me tomo otro, el 707. Ese es mas comodo, me deja a una cuadra de mi casa.Habia salido algo mas temprano para mi jefe, 6:20 para ser exactos. Para mi eso no era NADA, después de 8 horas y media adentro, jugando con los roles, intercambiándolos, deseando, esperando que acabe el dia. Aunque a veces me divierto; No suelen ser muchas, pero seamos sinceros, lo que me llevo a comparación de los que veo trabajando por la calle o desde mi ventana, esos si que pobres la pasan mal,y no me quiero ni imaginar el tiempo de ida al trabajo, o peor aun, el tiempo devuelta y la vuelta a casa. De todas formas, lo imagino.Ya que nombre a mi ventana, la voy a detallar un poco. Es bastante loco, porque algunos dias suelo odiarla, cuando el sol pega en ella, por ende, algunos rayos se filtran y van directo a mi cara. Los dias de lluvia, estoy casi enamorado de ella. Daria todo por jugar a ser vidrio por algunos segundos y aceptar la lujuria humeda. Todas las gotitas que pincelan y esculpen con el viento.Conocer la lluvia de punta ,de costado, la que cae fuerte, en fin, nada mas melancólico e incierto que la lluvia. Siempre esta. Nunca avisa. Aparece y se va.Através de ella, puedo ver todo Cabildo, por lo menos asi lo veo yo, en realidad son solamente 4 cuadras, pero en ese breve espacio, se concentra todo el gran caudal de la gente que transita ,que mira vidrieras, nunca compra, pues pocas veces las veo con bolsas, esas, eran otras épocas.La gente curiosea, se conocen muchos entre todos, y hay una rara costumbre de no saludar al otro, sino esperar que este se acerque y diga simplemente “buen día”.Tenga el mal humor que tenga, esa frase desnuda me hace caer a tierra, y pienso y replanteo, “no vale la pena”,sonrío y sigo vivo, observo mi brazo, la sangre, fluye por mis venas.
En fin, los dejo de aburrir con la ventana, se que es solo eso, una ventana, pero a veces esta bien jugar a que una cosa es otra ,y que tiene importancia o no, todos los dias lo hacemos, solo que cuando la imaginación se presta, nos suelen juzgar por locos o anormales.Por fin en Márquez, bajando del colectivo hacinado en movimiento, casi cayendo camino seguro, o por lo menos lo intento. Hay varios puestitos, de echo, el otro día reía solo. Había estado mirando en la tele una película (en realidad era un dvd de un amigo que nunca le voy a devolver) que se llamaba “la batalla de Argel”.Una película muy histórica y bla bla bla, pero en definitiva había una escena donde jugaban en los tipicos sucuchos callejeros de timba y apuesta, donde entre tres vasitos de aluminio, tenes que encontrar levantando el vasito con el culo pa´ arriba, el billete mas ansiado y el mas caro seguramente. Esto sucede si es que ganas, cosa que es matemática/científica/físicamente imposible.Pasando por al lado de el puestito, podes encontrar varios personajes que rien y ponen sin dudar billetes y monedas apostando y perdiendo, pero siguen apostado!.Bueno, yo creo que de alguna manera, ellos están pagos por el dueño del puestito o sino simplemente conocen ese famoso árbol que me decían mama de donde sacaba la plata cada vez que yo le pedía para helados palito bombon o para caramelos.A la derecha, seran 20 metros después del “mini royal marquez casino”,de mano derecha, al costado de las grandes y largas colas de trabajadores que vuelven exhaustos a sus casas esta el lujo que me doy en el dia.Al principio no era muy habitúe de ese lugar, pero mas que su gastronomía lo que me compro fue su gente, el cuadro que observe apenas entre.Es una especie de kiosco/pancheria, y definitivamente su especialidad son las minutas, los panchos y los sándwiches.Bueno, el primer dia con un poco de timidez, me pedí un pancho, la excusa eran simplemente el cambio para las monedas, pero de paso, hice cómplice a mi estomago que también tenia algo de hambre.Le puse mostaza, Ketchup y una salsa increíble de aceitunas verdes. Sinceramente fue un camino de ida, ya que ahora esta en mis caprichos y prioridades.El lugar es chiquito, la gente que va a comer es bastante humilde pero muy graciosa y sobretodo cuando las cervezas que van pasando y rotando por todo el bolichito empiezan a tener su efecto. El aire que se respira no es de los mejores, ademas del humo de los colectivos y su mezcla con tabaco, esta el olor a frito que parece emanar de las mismas paredes. Creo que hay mas olor cuando el local esta vacio y no hay nadie cocinando que cuando no puedo casi abrir la puerta de la cantidad de gente que hay.Digamos que en resumen, no era de lo mas lindo y hasta ahí no tenia motivo por el cual volver y estar hablándoles de eso mismo ahora en este momento.Pero una frase me invito a pasar, y como que senti que de cierta forma, alguien me iba a esperar. Miraria por el vidrio de la puerta, calcularia la hora y ojenado la panchera, la salsa y los aderezos aguantaria con el agua a punto justo mi arribo y mi pedido,y un simple “HASTA MAÑANA”.